La etnografía como herramienta de evaluación de hechos jurídicos: buscando la verdad

Opinión

La etnografía como herramienta de evaluación de hechos jurídicos: buscando la verdad

La etnografía como herramienta de evaluación de hechos jurídicos: buscando la verdad

 

Por: Lidya Mabel Castillo Sanabria
Abogada de la Universidad de la Sabana
MBA - EUDE (Madrid), Master en Abogacia Internacional - ISDE (Barcelona)
Abogada especializada en temas de vivienda, inmobiliarios y bancarios

 

Desde tiempos remotos, la etnografía viene siendo la herramienta usada, especialmente para los arqueólogos y antropólogos, quienes, se emergían en culturas desconocidas – principalmente las africanas-, y buscaban generar observaciones diarias, con el propósito de concluir, conocer, aprender de las civilizaciones estudiadas.

Desde el tiempo de Malinowski, numerosos trabajos antropológicos han demostrado que el campo jurídico y el campo social, van de la mano, que la norma y la realidad se entrelazan como ciencias interdisciplinarias, buscando la VERDAD.

Definiendo la etnografía tenemos que es “el estudio directo de personas y grupos durante un cierto periodo, utilizando la observación participante o las entrevistas para conocer su comportamiento social”, registrando una imagen realista y fiel del grupo estudiado; el trabajo de campo resulta ser una herramienta imprescindible.

La investigación etnográfica intenta revelar los significados que sustentan las acciones e interacciones que constituyen la realidad social del grupo o individuos, estudiados. A veces, el investigador tiene un papel activo, o simplemente ser un observador, lo que le permite pedir explicaciones o generar interpretaciones sobre las decisiones, acciones y comportamientos, que observa.

Hoy en día, y con la globalización, internet y la tecnología, hace que se suplan estos desplazamientos hacia otras culturas, por prácticas, menos movibles, y más investigativos, realizando más análisis de los hechos y sucesos de interés.

La carrera de derecho, no esta ajena de estas observaciones, del estudio y del análisis en busca de la verdad. Esta visión a través de la etnografía, nos lleva a una recreación que el investigador –el etnógrafo o etnógrafa-, realiza de los fenómenos jurídicos, que le son puestos en conocimiento por medio de un caso, o una consulta.

A través de una metodología, que involucra la observación participante, y entrevistas de los diversos actores, ambos estudios buscan con ayuda de la intersubjetividad, la compresión de la producción de conocimiento y formación jurídica evitando caer en una interpretación errónea en los planteamientos de los problemas, dudas y preguntas, que es lógico aparezcan en el curso de la evaluación.

Habremos de considerar el enfoque etnográfico – metodológico para el estudio, por ejemplo, para el manejo de los procesos penales, el cual no solo elude a todo problema causal, sino que además plantea la clásica pregunta sociológica de si la comprensión subjetiva es científicamente posible. Este enfoque no hace hincapié en las limitaciones con que deben enfrentarse los hombres, sino en mostrar el aspecto constitutivo activo de la actividad humana.

En términos concretos, el estudio de las normas en diversas situaciones sociales, requiere del registro de las distintas actividades que realizan las personas. Este material empírico evita presentar los casos de disputa de manera aislada, situándolos dentro de su contexto social, cultural, económico y político, donde los involucrados pierden su anonimato y se puede advertir en las correlaciones internas. De esta manera, se pueden ubicar las normas de comportamiento, así como los acuerdos en torno a éstas, su aplicación y transgresión. Los casos, entonces, deben presentarse de manera situacional y deben de especificarse los actores involucrados, con el fin de conocer la diversidad de interpretaciones sobre el evento y ubicar los intereses de grupo, estatus.

Actualmente se utiliza en diversas temáticas, como estudios de género, políticas públicas, turísticos, migratorios, relaciones familiares, de derechos humanos y de historia del derecho, investigaciones que han aprovechado sus conceptos y que han permitido ampliar el panorama del análisis a través del trabajo etnográfico, que representa una novedad en el campo del derecho, pues arroja resultados no sólo en el ámbito de los ordenamientos jurídicos sino de las prácticas relativas a los mismos.

Desde el punto de vista práctico, la antropología jurídica debe ser concebida como teoría y método; como teoría ayuda a disertar sobre diversos conceptos como: justicia, bien común, normas morales, normas jurídicas, derecho, costumbre jurídica, entre otros; como método lleva a través de la etnografía y el análisis hermenéutico jurídico al terreno del contraste entre los ordenamientos normativos y las representaciones, símbolos, significados y prácticas socioculturales de las comunidades. El trabajo etnográfico traducido en trabajo de campo, a través de la observación participante, entrevistas, historias de vida, grupos focales y otras técnicas, permite recrear la parte vívida del derecho, como se interpretan y se reinterpretan sus conceptos por parte de las autoridades y la sociedad.

La antropología asociada al derecho focaliza el interés en significados e interpretaciones, y recupera la perspectiva de los participantes, privilegia discursos, símbolos y prácticas, la estrategia es inductiva, se basa en técnicas de la antropología que privilegian el detalle y el contexto, comprende lo local, lo contextual y busca contrastarlo con las diversas categorías del derecho, ya sea positivo, vigente, consuetudinario, sustantivo, adjetivo, etcétera. Recurre al método comparativo, pues asemeja al derecho positivo con el derecho practicado.


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