
El petróleo, talón de Aquiles de la economía colombiana.
El petróleo, talón de Aquiles de la economía colombiana.
Por: Ing. Abdón Sánchez Castillo -Master of Business Administration (MBA) Universidad de los Andes.
Por estos días, los ojos de los economistas, inversionistas, empresarios y empleados, están puestos en el precio del dólar en Colombia.
El precio del dólar es un indicador rápido de qué tan fuerte se ve nuestra economía frente a la de los Estados Unidos de América y que tan pobre o rico es un ciudadano colombiano frente a uno americano. Para conocer las causas de la devaluación de nuestra moneda, les recomiendo leer la editorial publicada en este medio durante la edición del mes de junio de 2022: La incertidumbre y la economía en Colombia.
Tal como se mencionó en dicha editorial, en el caso de nuestra moneda, la incertidumbre económica ha tomado el control, impulsada al alza por los anuncios del nuevo gobierno: reforma tributaria que incluye más impuestos para las empresas en general, y los más preocupante: sobretasa del 10% (primer año),7,5% (segundo año) y 5% (tercer año), en el impuesto a la renta para las empresas mineras y petroleras, y la no deducibilidad de las regalías. Recuerden que las sobretasas o impuestos temporales, en Colombia generalmente se convierten en permanentes e indefinidos.
Para completar el oscuro panorama, el gobierno anunció su decisión de no realizar nuevos contratos de exploración de petróleo y mucho menos el fracking.
Figura. 1. Fuente: Alianza
El impacto que tendría esta nueva carga impositiva y los anuncios de no realizar nuevos contratos de exploración sobre el sector petrolero, sería de tal magnitud, que podría ocasionar la caída en la producción de este combustible en un futuro cercano, terminando así no solo con la autosuficiencia petrolera sino también con una importante fuente de ingresos de la nación, por cuenta de impuesto a la renta, dividendos de Ecopetrol para la nación, ingresos por derechos de otorgamiento de derechos de explotación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), ingresos por coberturas petroleras y regalías que este sector genera, que se pueden estimar en aproximadamente 16 billones de pesos al año, es decir aproximadamente el 15% de los ingresos actuales de la nación.
Obviamente, esto es observado de cerca por los analistas locales e internacionales, disparando sus alarmas, lo cual seguramente ha hecho que nuestra moneda se devalúe mucho más que las demás monedas del mundo, superada únicamente por Argentina, país con un 82% de inflación y una calificación de CCC, es decir, la calificación financiera internacional más baja, lo cual significa una alta probabilidad de incumplimiento de sus obligaciones crediticias. Este tema no es de poca monta, y debería preocuparnos a todos.
¿Por qué en Colombia, el petróleo pareciera ser el talón de Aquiles de nuestra economía? Si observamos nuestra historia, podemos concluir que cuando el precio del petróleo baja, o la producción de petróleo baja, el precio del dólar sube y la balanza comercial se torna más negativa. Y en el caso contrario, cuando el precio del petróleo sube o sube la producción, el precio del dólar baja y la balanza comercial tiene tendencia a ser positiva o menos negativa, en el peor de los casos.
Figura 2: fuente: Dane
Durante los últimos meses, o más bien este año, pareciera que este comportamiento ya no es del todo cierto, debido a la alta inflación mundial, incremento de las tasas de la FED en Estados Unidos y el Banco de La República en Colombia, y la incertidumbre local, ocasionada por la reforma tributaria y los anuncios negativos del sector hidrocarburos.
Recordemos que el petróleo y carbón constituyen el 56% de las exportaciones durante los últimos diez años, es decir, si disminuyen estas, la balanza comercial sería aún más negativa, presionando el endeudamiento externo, ya que se tendría que acudir a empréstitos en dólares para compensar dicha balanza, y presionaría aún más la depreciación del peso frente al dólar.
Es evidente que el talón de Aquiles de nuestra economía son las exportaciones de petróleo y carbón. La entrada de divisas a nuestro país depende en un 56% de estos commodities, y mientras no se tengan exportaciones que los sustituyan, nuestra economía dependerá de esta industria.
No es inteligente ni viable financieramente, en estos momentos, parar la firma de contratos de exploración de petróleo y gas, como lo ha anunciado el presidente Petro y su ministra de Minas y Energía, ya que esto reducirá las reservas en un mediano plazo y ocasionará déficit de la balanza comercial, la cual ya es bastante negativa (15.000 millones de dólares al año, ver figura 2), reducción de ingresos para la nación y más depreciación del peso frente al dólar.
Tampoco es conveniente cargar con impuestos adicionales este sector de la economía, ya que además de ahuyentar los inversionistas, reduciría los dividendos que Ecopetrol le entrega a la nación, y de paso causaría depreciación del peso y aumentaría el déficit fiscal.
Figura 3. Fuente: DANE, cálculos NOTINET
Para finalizar, veamos el comportamiento del PIB vs el precio del petróleo. En la figura 4, con datos de precio promedio del barril de petróleo vs PIB desde el año 2000 al 2018, se observa como hay una correlación directa entre estos dos indicadores, es decir, a mayor precio del petróleo mayor es el PIB del respectivo año, lo cual demuestra sin duda nuestra dependencia económica de esta materia prima.
En estos momentos de crisis mundial, en vez de tratar de hacer reformas tributarias que van a afectar el aparato productivo, el gobierno debería estar mirando estrategias para incentivar las exportaciones y volver positiva la balanza comercial, ya que de mantenerse esta situación en el tiempo (balanza negativa desde el año 2013, ver figura 2), nuestro endeudamiento como país seguirá creciendo, y se seguirá alimentando el círculo vicioso de la pobreza, mayor déficit comercial, mayor endeudamiento, mayores intereses y mayor salida de divisas del país.
Deberíamos estar haciendo algo totalmente contrario a la propuesta del gobierno, es decir, trabajar en una estrategia para incrementar las exportaciones de petróleo, carbón, ferroníquel, gas, café, aguacate, y exportaciones no tradicionales, que es lo que tenemos, y no intentar salvar el planeta con nuestra insignificante participación en contaminación, incluso y de ser necesario utilizando un fracking bien ejecutado, cuidando el medio ambiente, como ya lo han hecho países como Estados Unidos, Canadá, México, China, Argentina, Reino Unido, Alemania y Australia.
Figura 4. Fuente: NOTINET
Poner los pies sobre la tierra, seguramente nos hará un mejor país, no podemos seguir transitando por un camino incierto, lleno de incertidumbre; son tiempos de sensatez, prudencia y practicismo, ese debería ser el mensaje desde el gobierno, para calmar las aguas turbulentas que nos rodean y que amenazan con llevarnos al naufragio de nuestra frágil economía nacional.
Comentarios
Artículo sin comentarios