Como realizar una implantación eficaz de empresa extranjera en España, sin morir en el intento:

Opinión

Como realizar una implantación eficaz de empresa extranjera en España, sin morir en el intento:

Como realizar una implantación eficaz de empresa extranjera en España, sin morir en el intento:

 

Requisitos generales y trámites legales de constitución.

 

POR: LIDYA MABEL CASTILLO SANABRIA Abogada de la Universidad de la Sabana (Colombia), Antropóloga Urbana de la URV (España), Abogada Internacional del ISDE (España). Especialista en Estudio de Títulos Inmobiliarios, legalización de garantías hipotecarias, consultor legal externo para entidades bancarias, financieras, constructores e inmobiliarias. 

 

Durante el último trimestre de 2020, en mis diferentes asesorías, empresas de diversas actividades económicas, me hicieron preguntas jurídicas, tendientes a revisar, analizar y generar conclusiones, sobre como una empresa colombiana, podría implantarse en España.

Si bien es cierto, el Tratado de libre comercio firmado entre Colombia y la Unión Europea genero la oportunidad de llevar a cabo este tipo de internacionalización, es bien cierto que, en lo corrido de la vigencia de este documento, muy pocos lo han hecho, una de las pocas es la empresa de maletines Totto que tiene ya presencia en muchas tiendas de España. Lo que, si es mas notorio, es la presencia de empresas españolas, inmobiliarias, constructoras, empresas de gastronomía entre otras, han visto en nuestro país una oportunidad de llegar a otros mercados especialmente el de Latinoamérica.

Lo que debe quedar claro, es que, aunque, cualquier empresa puede desarrollarse en un país extranjero, no dista la necesidad de realizar estudios de mercado que le permitan evaluar que efectivamente los pasos de gigante que darán serán exitosos, y no un proceso de fracaso y frustración, que pueda llevar incluso al cierre a nivel nacional.

Así las cosas, esto es todo lo que debes tener en cuenta, cuando menciono cifras de dinero son en euro, moneda que circula en la Unión Europea, y esta puede por el cambio del año aumentar un poco.

Estas son algunas de las posibles vías mediante las cuales una empresa extranjera puede implantar sus actividades en España:

Oficina de representación: Una empresa extranjera puede abrir una oficina de representación en España. Hay que tener en cuenta que estas oficinas no pueden ejercer actividades económicas, ya que deben limitarse a realizar estudios de mercado y suelen ser el paso previo de muchas empresas para tomar la decisión de instalarse definitivamente.

Al no ejercer ninguna actividad económica, no exigen ningún trámite específico.

Una de las opciones de tipo de sociedad son las conocidas como Sucursales. La sucursal es un establecimiento secundario dotado de representación permanente y de cierta autonomía para el desarrollo de las actividades de la sociedad matriz o extranjera.

La creación de una sucursal exige una serie de trámites, si bien, al no tener personalidad jurídica propia (la tiene la sociedad matriz), no tiene que seguir los mismos trámites que si se constituyese una nueva sociedad según las normas españolas.

Entre los trámites a realizar destacan los siguientes:

  1. Los Órganos de Administración de la sociedad matriz deberán adoptar un acuerdo mediante el cual aprueban la creación de la sucursal. Este acuerdo y los estatutos de la Sociedad deben ser traducidos por traductor jurado y presentados posteriormente en el Registro Mercantil en España.
  2. El Consulado Español del país extranjero de residencia de la sociedad, deberá certificar que la sociedad matriz está constituida conforme a las leyes de su país (debidamente legalizado o apostillado)
  3. Debe ingresarse en cualquier Banco el capital social acordado por la sociedad matriz (no existe mínimo)
  4. Debe firmarse la escritura pública de constitución ante Notario.
  5. Debe solicitarse el NIF (Número de Identificación Fiscal) en la delegación de Hacienda del domicilio social, adjuntando, entre otra documentación, la escritura de constitución vista anteriormente y el DNI o NIE del representante o apoderado de la sociedad en España.
  6. Debe liquidarse el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (se pagará el 1% del capital de la sociedad indicado). Este impuesto se liquida en la Dirección General de Tributos de la Comunidad Autónoma donde tenga el domicilio la sociedad. En determinados supuestos, si este impuesto ya se pagó en el país de origen, puede estar exento.
  7. Por último, la sucursal debe inscribirse en el Registro Mercantil que corresponda al domicilio social dentro del mes siguiente al otorgamiento de la escritura.

Una vez constituida está obligada la sociedad matriz extranjera, a depositar en el Registro Mercantil en el que se encuentre la sucursal sus cuentas anuales.

El Régimen fiscal de la sucursal dependerá de lo Dispuesto en los Convenios de Doble Imposición aplicables al caso concreto, y, en su defecto, tributarán por el Impuesto sobre la Renta de No Residentes por la totalidad de las rentas que obtengan en España.                                                      

El segundo tipo de sociedad son las Filiales. De esta forma se constituye una sociedad nueva, con personalidad jurídica propia e independiente de la sociedad matriz. Aunque las filiales sean sociedades constituidas con capital extranjero, se consideran como «residentes» a todos los efectos.

Por ello, los trámites de constitución de una filial son similares a los de constitución de una nueva empresa española, con algunas diferencias que vemos a continuación:

  1. Los Órganos de Administración de la sociedad matriz deberán adoptar un acuerdo mediante el cual aprueban la creación de la filial. Este acuerdo y los estatutos de la Sociedad deben ser traducidos por traductor jurado y presentados posteriormente en el Registro Mercantil en España.
  2. El Consulado Español del país de residencia de la sociedad, deberá certificar que la sociedad matriz está constituida conforme a las leyes de su país (debidamente legalizado o apostillado.)
  3. Debe solicitarse certificado de denominación social en el Registro Mercantil Central para darle nombre a la nueva sociedad a crear y que este no coincida con otras ya registradas en España.
  4. Debe ingresarse en cualquier Banco el capital social acordado por la sociedad matriz (3.000 euros si se constituye una Sociedad Limitada)
  5. Deben elaborarse los estatutos de la sociedad y firmarse la escritura pública de constitución ante Notario.
  6. Se solicitará el NIF Provisional (Número de Identificación Fiscal) en la delegación de Hacienda del domicilio social, adjuntando, entre otra documentación, la escritura de constitución, y el DNI o NIE del representante o apoderado en España.
  7. Debe liquidarse el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (se pagará el 1% del capital de la sociedad indicado anteriormente). Este impuesto se liquida en la Dirección General de Tributos de la Comunidad Autónoma donde tenga el domicilio la sociedad.
  8. Por último, la sucursal se inscribe en el Registro Mercantil que corresponda al domicilio social dentro de los dos meses siguientes al otorgamiento de la escritura.
  9. Además, deberá declararse la constitución de la filial en el Registro de Inversiones Extranjeras, dependiente del Ministerio de Economía.

Se solicitará el CIF definitivo.

Una vez constituida podrá comenzar sus operaciones, estando obligada, la filial (no la sociedad matriz), a depositar en el Registro Mercantil sus cuentas anuales.

El Régimen fiscal de la sucursal dependerá de lo dispuesto en los Convenios de Doble Imposición aplicables al caso concreto, y, en su defecto, tributarán por el Impuesto sobre Sociedades.

En todo caso, hay que tener en cuenta que al margen de algunas diferencias entre las sucursales y filiales que se desprenden de lo antes descrito, existen otras de índole fiscal y contables, si bien en todo caso hay que tener en cuenta los posibles convenios firmados entre España y el país de origen de la sociedad matriz.

Por último, recordar que estas modalidades se tratan de algunos ejemplos para operar en España. Existen otras como la firma de acuerdos de distribución y de cooperación con empresas españolas (uniones temporales de empresas, agrupaciones de interés económico), las operaciones a través de agentes o comisionistas, franquicias, etc.                                                             

 

 

 

 

 


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