¿Por qué la balanza comercial de Colombia es deficitaria?

Editorial

¿Por qué la balanza comercial de Colombia es deficitaria?

¿Por qué la balanza comercial de Colombia es deficitaria?

 

Por: Ing. Abdón Sánchez Castillo -Master of Business Administration (MBA) Universidad de los Andes.  

Esta pregunta muchas veces se queda sin respuesta, razón por la cual es importante que nos tomemos un tiempo para analizar en detalle el comportamiento histórico de nuestras exportaciones y de esa forma sacar algunas conclusiones que nos ayuden a responderla.

Gráfica No 1. Balanza comercial en Colombia.

Recordemos que, a nivel de Sudamérica, Colombia (-6,62 % del PIB), Paraguay (-7,72 % del PIB) y Uruguay (-1,37 % del PIB) durante el 2021, fueron los únicos países que registraron balanza comercial negativa. Este ranking no es algo de lo que debamos sentirnos orgullosos, más bien todo lo contrario, ya que un guarismo muy negativo persistente en el tiempo, depreciará nuestra moneda y presionará al alza el nivel de endeudamiento en dólares.

Podemos observar en la gráfica No 1, que nuestra balanza no siempre ha sido negativa y que incluso, durante muchos años (1999 a 2013) fue positiva.

Gráfica 2. Toneladas exportadas.

La cantidad de carbón y petróleo y sus derivados se ha mantenido creciente en el tiempo (gráfica 2), razón por la cual no podemos atribuirle a la producción o exportación de estos commodities, el déficit mencionado.

Gráfica 3. Total exportaciones por producto.

Sin embargo, las variaciones en el precio del petróleo y sus derivados, tal como se observa en las diferentes gráficas, tiene una correlación importante con el déficit o superávit de la balanza comercial, tal como se evidencia, durante los años 2009 a 2013, con mayores precios de petróleo se observó incluso un superávit importante en la balanza.

Llama la atención el importante peso que ha venido tomando las exportaciones no tradicionales (es decir, aquellas diferentes a Carbón, Petróleo, Café y Ferroníquel), siendo comparables con las exportaciones de petróleo y sus derivados. Las exportaciones no tradicionales, de mayor peso, durante el 2021 fueron en su orden: Metales preciosos comunes, y metales enchapados con metales preciosos (8%), productos de molinería, almidones y productos derivados del almidón (11,7%), productos de la agricultura y horticultura (6%).  

Gráfica 4. Variación de precios petróleo y carbón x tonelada.

Según se observa en la Gráfica 4 de precios por tonelada métrica, el precio del petróleo y sus derivados, es el que mayor influencia tiene en el déficit o superávit de nuestra balanza comercial, razón por la cual deberíamos propender por varias estrategias con el objetivo de volver nuevamente positivo el balance comercial:

  • Mantener creciente la cantidad de exportaciones de petróleo. A partir del 2018 esta ha venido decreciendo.
  • Aprovechar los actuales precios altos del petróleo para realizar más exploración y de esa forma exportar más, antes de que haya una transición energética mundial, y los precios del petróleo bajen irremediablemente.
  • Seguir incentivando la exportación de productos no convencionales, apoyando la agricultura de exportación, así como también otros productos elaborados.

Es indudable que se requiere mayor producción local de calidad, que pueda exportarse, porque finalmente un país económicamente saludable, debe poder ofrecer valor a otros países, con sus productos o servicios, los cuales son compensados con divisas que entren al país. Cada región del planea ofrece a los demás de lo mejor que tiene, en nuestro caso, el petróleo y el carbón han sido los vehículos para traer divisas al país, y hay que seguirlos utilizando mientras sea posible, no hacerlo sería poco inteligente y nos traería más pobreza.

Y en este punto vienen las diferentes corrientes de pensamiento económico, algunas de ellas contradictorias. Por ejemplo, proponer desincentivar la exploración de petróleo seguramente llevará a un decremento de la producción y por tanto un mayor déficit de balanza, razón por la cual no es una opción prudente en estos momentos. Otros, proponen volver más garantista el régimen laboral, es decir, incrementar las prestaciones sociales a los empleados formales, lo cual así mismo, haría menos atractiva la inversión en emprendimientos exportadores, desestimulando las exportaciones no convencionales.

La recientemente aprobada reforma tributaria, no mejora para nada la perspectiva futura de producción petrolera o de carbón, más bien hace todo lo contrario, desincentivar la inversión en este importante sector. El presidente Gustavo Petro, su Ministro de Hacienda y el Congreso que apoyó y aprobó dicha reforma, tomó una trascendental decisión en este sentido: privilegiar el corto plazo, con un mayor recaudo de impuestos proveniente de este sector principalmente, sacrificando el futuro del mismo. Qué tan graves serán las consecuencias de esta decisión, solo lo sabremos con el tiempo.

El gobierno anunció una segunda reforma tributaria para el próximo año, mediante la cual, según dicho anuncio, se ordenarían los impuestos locales. Esperamos que esta reforma no incremente aún más los impuestos a las personas naturales y jurídicas, tal como lo hizo la reforma recientemente aprobada y más bien nos facilite la vida.

El tema de declarar y pagar impuestos locales, cuando se trata de una empresa que presta servicios en muchos municipios de Colombia, se volvió un dolor de cabeza para estas, ya que se requieren toda una infraestructura humana y de logística para calcularlos, presentarlos y pagarlos. Esperamos que el Ministro y el Congreso piensen en estos temas para facilitar la vida de las empresas, implementando mecanismos eficaces para cumplir con dichas obligaciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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