FINTECH, UNA DISRUPCI

Por: Juan Camilo Rojas Arias

FINTECH, UNA DISRUPCI

Ya muchos habrán oído en foros, debates o en algún conocido que siempre está a la vanguardia de términos postmodernistas que llamen la atención, el término FINTECH, sobre esta palabra, conviene decir que su significado proviene de la conjunción de las palabras en inglés de Finance y technology, termino asignado a todo ese sector naciente que busca ofrecer servicios financieros a través del empleo de tecnología avanzada, lo cual en sí, trae en su naturaleza el concepto de innovación.

Diversos sectores del mundo han analizado el surgimiento de este nuevo mercado, como la respuesta natural de los agentes a evolucionar sobre la base de una insatisfacción ontológica con el funcionamiento habitual del status quo (en algunos). Este ha sido el precursor detectado por unos pocos para entender que las áreas de innovación son todas respecto de las cuales haya existido un funcionamiento habitual y continuado. La tendencia FINTECH ha encontrado un gran potencial de desarrollo en el sector de pagos, inversiones, seguros, créditos y financiación, todo esto posible a la inmensa conectividad que existe hoy entre los agentes y los mercados, la cantidad inimaginable de producción de datos e información que se cuenta hoy en día y una fase operativa que implica mayor uso tecnológico y menor uso de mano de obra, con lo cual los costos operativos tienden a disminuir, todo esto, bajo la premisa de marketing y realidad de generar mayor eficiencia y agilidad en los procesos, propuesta de valor que resulta tentadora para quienes hemos sufrido la burocracia financiera de formularios interminables.

En este sentido, el Global Fintech Report ha mostrado la tendencia de los mercados hacia 3 constantes que en los próximos 5 años marcaran la agenda de desarrollo de las agendas públicas y privadas en cuanto este tema: (i) la banca personal, (ii) el sistema de pagos y transferencias y (iii) la administración de portafolios, y por el lado de los mercados, sus esfuerzos de atención a las necesidades de agenda expuesta se centrarán en simplificar operaciones, en el desarrollo y fortalecimiento de canales virtuales y en la apertura simplificada de productos y servicio con la banca.

El FINTECH, como se ha visto, es una disrupción que resulta obvia por la insostenibilidad de los métodos y las formas tradicionales.  La cultura, la sociedad y el ser evolucionan de acuerdo con su entorno y contexto, el FINTECH es un concepto repetido en nuestra historia reciente por la irrupción que hizo en nuestra realidad el internet y la conectividad, estos fenómenos ya han permeado diferentes mercados, como el del periodismo, la forma en como nos relacionamos, la televisión y ahora le toco al grueso de la estabilidad de los sistemas actuales, a la banca tradicional.

No obstante ser una disrupción previsible, dado el sector al que está llegando, la agenda pública tiene un reto enorme en cuanto a la estructuración de políticas enfocadas a lograr un ambiente regulatorio propicio con criterios de proporcionalidad y gradualidad para la innovación en un entorno de estabilidad, integridad y transparencia, para evitar en el  peor escenario  los efectos de una crisis financiera. Así las cosas el FINTECH es una tendencia indetenible que obedece al efecto de la hidra, una cabeza cortada hará que surjan 2, de tal suerte, la regulación debe apropiar y entender desde una fase temprana los retos que supone esta tendencia, tales como : (i) la potenciación de riesgos financieros y tecnológicos, (ii) riesgos de liquidez, (iii) de lavado de activos y desde la estructuración de la política, evitar las asimetrías regulatorias, que desemboquen en ilegalidad (efecto uber) o en el aniquilamiento de emprendimientos de alto impacto a costa de la competitividad como país y, el inmanente reto de tener los mecanismos de análisis y desarrollo normativo compaginados con la velocidad de los mercados y la realidad.

En suma, la apuesta regulatoria que desarrollen los Estados en esta y otras materias tipo FINTECH, deberán asegurar como mínimo una regulación preparada, acorde con la dinámica progresiva y proporcional del avance de los mercados y de la tecnología, generar un marco para la adecuada protección del consumidor, siempre bajo la premisa de un sistema financiero prudente con un adecuado nivel de riesgo y garantizando en lo posible, un campo de juego nivelado.

Finalmente el efecto FINTECH, es un abrebocas continuado que ha mostrado su potencial en diferentes mercados, con el mismo efecto pero con otro nombre, a lo que mi reflexión apunta es a como las instituciones evolucionan para garantizar un orden social justo, sin aniquilar las alas que nos da la tecnología y la capacidad ilimitada de innovación que nos provee la condición humana y las herramientas tecnológicas, donde su único límite es, la no sostenibilidad del entorno, la corrupción y la pereza social de movilizarse, exigir y demandar productos adecuados con nuestras nuevas tendencias racionales y humanas. El reto a futuro es grande, se trata de conocer tendencias, beneficios y riesgos, explorar sin agendas políticas, la necesidad de ajustes regulatorios, se trata de abrir espacios controlados de prueba y error y sobre todo de evolucionar, en suma se trata como ya dije en mi columna pasada de pensar naranja.

 

Juan Camilo Rojas Arias

Abogado, especialista en derecho comercial y con dos Maestrías en Derecho Internacional y en Derecho Económico y Políticas Públicas,
actualmente optando por la candidatura a Doctor por la Universidad de Salamanca España.
 
E-mail:
camilor99@hotmail.com

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