COVID-19 y el mercado legal colombiano. El caso de las fusiones y adquisiciones

COVID-19 y el mercado legal colombiano. El caso de las fusiones y adquisiciones

COVID-19 y el mercado legal colombiano. El caso de las fusiones y adquisiciones

 

Por Andrés Felipe Fonseca, asociado senior del Grupo de Práctica Corporativo, Fusiones & Adquisiciones de Gómez-Pinzón Abogados

 

Si bien siempre se ha sabido que el mercado legal colombiano tiene y tendrá una estrecha relación con el comportamiento y dinámicas económicas y financieras nacionales e internacionales, la pandemia generada por el COVID-19 ha sido prueba fehaciente de lo anterior.

La economía nacional e internacional se ha visto mermada de manera irrefutable y muchos analistas comparan la crisis de empleo y productividad mundial con la gran depresión del año 1929. Millones de empleos perdidos, indicadores financieros a la baja, devaluación del peso colombiano rozando tasas históricas como consecuencia de la incertidumbre de los mercados internacionales, decrecimiento del PIB nacional, contracción del gasto privado, tasas de interés a la baja, entre muchas otras, han sido la constante en los últimos siete meses.

Esta tormenta perfecta, como era de esperarse, ha golpeado el mercado de las fusiones y adquisiciones y el gran impulso que se venía evidenciando en Colombia en los últimos años. La economía y los duros azotes que ha recibido este año ha sido protagónica. El apetito inversionista internacional y la situación política del resto de países de Latinoamérica, hacían de Colombia un actor preponderante en el mercado de las fusiones y adquisiciones.

La contracción de la economía a nivel mundial frenó el apetito inversionista y lo que antes era un apetito voraz, se convirtió en un menguado y conservador perfil de los inversionistas institucionales. Muchas de las grandes transacciones que se esperaban y estaban siendo negociadas a finales del año pasado y principios de éste, fueron suspendidas o definitivamente canceladas. Era de esperarse que una situación de completa incertidumbre hiciera que las decisiones de fondos de inversión, entre otros actores, tomaran un rumbo completamente conservador.

Sin embargo, aun cuando todavía los mercados internacionales y nacionales reaccionan de manera tímida y sosegada frente a la reapertura gradual de la economía debido a los temores de una segunda ola de contagios y posibles cierres, muchas de las transacciones que habían estado suspendidas han venido resurgiendo (quizá bajo condiciones diferentes) y nuevas oportunidades en todos los mercados seguirán surgiendo. Activos que han perdido valor (distressed assets) serán, con total seguridad, atractivos para los inversionistas que tienen facilidades de caja y perfiles no aversos al riesgo.

Por último y aunado a esta nueva realidad, las transacciones de fusiones y adquisiciones han obligado a que los contratos de compraventa, usualmente negociados bajo unos estándares legales de mercado, incluyan nuevas protecciones legales tanto para los vendedores como para los compradores; cláusulas como las de “Efecto Material Adverso”, entre muchas otras, han cobrado un papel protagónico a la hora de incluir protecciones adicionales que antes no veíamos incluidas.

La rápida respuesta del mercado de las fusiones y adquisiciones a las situaciones económicas nacionales e internacionales ha sido una constante en este año. El camino y la incertidumbre en los meses venideros será determinante a la hora de abordar nuevas transacciones y esquemas contractuales que respondan a las necesidades de los diferentes actores.

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