Doble moral, juego de la democracia

Por: Jhon Contreras Herazo

Doble moral, juego de la democracia

Es común  en épocas electorales, el juego de la doble moral,  los discursos, la demagogia y los programas de gobiernos  que se abren y se pavonean a lo largo y ancho del territorio colombiano.  

Los partidos políticos y  los aspirantes independientes interesados en llegar  al poder   en las diferentes instancias del  legislativo y ejecutivo, con el afán de llegar ocupar posiciones en  los diferentes entes territoriales como son las  alcaldías, gobernaciones   y en el nivel central  la   presidencia de la república.

Siguiendo este mismo entorno hostil y agreste, los   aspirantes a los concejos municipales, asambleas departamentales y en   lo más alto de la pirámide  legislativa como lo es el congreso de la república, representada   en la cámara baja y la cámara alta, todos estos personajes trabajan  a toda máquina para lograr entrar y salir victoriosos  de  la contienda  electoral que les permitirá  posicionarse y en algunos casos apropiarse de los recursos de estado

Para estas fechas donde se acercan los procesos electorales, los  partidos políticos cobran vida y   , experimentan personalidades di fusiónales   , estados de ánimos  cambiantes y los personajes que representan estos partidos, muchos fenómenos afloran en su personalidad, es común   la amabilidad, la hipocresía, la verdad, la mentira, el engaño y de alguna u otra manera, regresa la memoria  a  largo y a corto  plazo. Por otro lado la lucha por el poder da cabida a nuevos comportamientos entre contrincantes, que pueden ir desde la empatía en el caso de las coaliciones y la agresividad publicitaria y comunicativa y verbal por otro lado. Enfermedades psiquiátricas  como la bipolaridad es un común denominador de   todos estos personajes, que  pueden entrar incluso en un estado de catarsis.

Mientras que en las mieles del poder todos estos estos fenómenos desaparecen  como por arte de magia  se produce el fenómeno del mutualismo económico, social y político, donde  los partidos, y todos los personajes que los representan, y algunos que logran llegar al poder sin la venia de estos, entran en el   juego,  haciendo parte de  la elite de la clase dirigente, excluyente y cerrada, es en este momento donde nacen   las alianzas, las  estrategias y cada quien mide sus fuerzas con cuotas de poder en los diferentes estamentos y entidades del estado.

Como si fuera un engranaje perfecto y trabajando armoniosamente con intereses diferentes y particulares muy lejos del bien común, la actividad democrática y sus actores, nuevamente   engendran un nuevo   juego que se repite sistemáticamente.

Con un nuevo  matiz y con una nueva faceta, este fenómeno tiene una nueva condición, amnesia temporal  y que posiblemente durante los siguientes cuatro años se llenaran de eventos y de información que  guardaran para que en determinado momento cuando la ocasión lo amerite  en beneficio propio o particular saldrá a la luz pública.

 

Jhon Contreras

Docente universitario

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