UNA CONDENA AGRIDULCE

Javier González Aza

UNA CONDENA AGRIDULCE

Cuando se espera con expectativa una sanción ejemplar por la realización de un repudiable hecho, más cuando en el mismo se encuentra involucrado la niñez, la expectativa de toda una sociedad no solamente es alta para que se imponga la máxima condena permitida por su ordenamiento jurídico, sino que al mismo tiempo para que con la decisión que se vaya a adoptar en el proceso judicial que se adelanta se deje un precedente, de tal forma que sirva de acción persuasiva para que quienes piensen o aspiren a atentar contra esta población lo duden dos veces antes de ejecutar una conducta que afecte la integridad física como psicológica de los niños.

Ideal, que con condenas como la recibida por el señor Rafael Uribe Noguera por el perverso asesinato de Yuliana Samboni, es que hace que nunca se pueda conseguir este proposito, propósito por cuanto para este caso que nunca debió haber ocurrido, ¿Qué falto más para que se le impusiera al asesino la máxima pena permitida en Colombia, que es de 60 años?, puesto que las circunstancias estaban todas dadas para ello, se hizo en una personita en situación de indefensión como lo señala el código penal y además de esto  se presentó un intento de evadir la Justicia.

Acciones que claramente conducían para que se le impusiera la máxima sanción penal y no una condena agridulce, que lo único que genera son muchas dudas no solo por cuales fueron las razones para decidir que la que se definió era la que se le debía aplicar, sino igualmente por la incertidumbre de cuantos casos similares o peores más deben pasar para que los 60 años puedan ser una realidad para todos aquellos que se atrevan a maltratar o asesinar a un niño, a una mujer o a cualquier ser que se encuentre en alguna de las situaciones fijadas por nuestra legislación penal.

Pero ya como no se puede llorar sobre la leche derramada, lo único que queda es que para el cumplimiento de la pena no se le conceda ningún tipo de rebajas como de beneficios, en razón a que esto lo que hace es enviar un mensaje a la sociedad de que primero están los victimarios que las víctimas, donde lo que importa más es el comportamiento de los primeros al interior del centro de reclusión que fuera de este, frente lo que le puede pasar a las víctimas o a cualquier otro ciudadano, que es lo que debe predominar.

Preferencia que se justifica en el hecho de que por brindar prerrogativas para casos relacionados con los niños o mujeres muchos de los agresores han salido a seguir en las mismas, es por eso que ya que tenemos una ley en contra de la violencia contra la mujer y una protección preferente para los niños, lo que queda es comenzarlos aplicar para que quienes se atrevan a vulnerarlos pasan el resto de sus vidas en un centro de reclusión sin derecho a salir de ellos.

COLAFON: Un llamado a volcar nuestras miradas hacia la Capital del Putumayo MOCOA, para que brindar una ayuda para nuestros compatriotas, hoy fueron ellos, mañana Dios no lo quiera podremos ser nosotros, nadie esta excepto de ser víctima de la fuerza de la naturaleza, permitamos que como podemos disfrutar de una comida o un mueble para dormir los que no tienen en este momento lo tengan, recordemos que allí hay niños y un centenar de familias que lo único que desean en este instante es poder contar con lo que algún momento tuvieron.  ¡Ellos no se lo agradecerán pero la vida SI¡

 

Javier González Aza
Candidato a Magister en Comunicación Política de la Universidad Externado de Colombia (01-04-17)
Twitter: jgonzaleza84
Blog: frasesypunto.blogspot.com

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