LEY PROJOVEN, INFORMARSE, APRENDER Y EMPRENDER

Por: Mónica Mojica Buitrago

LEY PROJOVEN, INFORMARSE, APRENDER Y EMPRENDER

 

En la actualidad hay retos para los jóvenes emprendedores, quienes deben estar dispuestos a aprender más allá de un anhelo de ser sus propios jefes, manejar su tiempo y construir para su futuro. Es así como el gobierno ha desarrollado varias iniciativas para permitir un acompañamiento y otorgar ventajas a los jóvenes emprendedores; dentro de estas, la Ley 1780 de 2016, más conocida como Ley pro joven. Esta Ley invoca la participación por parte de las entidades del Estado que administran y ejecutan programas de emprendimiento juvenil, con énfasis a la ruralidad e inclusión de las minorías étnicas, así como aquellos inmersos como actores en el proceso del post-conflicto.

Dentro de los ejes de la Ley se destaca la promoción al emprendimiento juvenil a partir de la creación de herramientas que ayuden al emprendimiento faciliten este camino como lo son créditos y microcréditos, fondos de capital semilla para el desarrollo de negocios, desarrollo y/o apoyo a micro y pequeñas empresas. Lo anterior se logra a través de la asistencia técnica empresarial, referente a la administración, gerencia, posicionamiento, mercadeo, innovación, gestión de cambio y articulación con el tejido empresarial.

Dentro de la misma Ley se contempla la exención del pago en la matrícula mercantil y su renovación. Así, las pequeñas empresas jóvenes que inicien su actividad económica principal a partir de la promulgación de la Ley 1780 están exentas del pago de la matrícula mercantil y de la renovación del primer año siguiente al inicio de la actividad económica principal.  Complementario a ello, los empleadores no deben realizar aportes a las Cajas de Compensación Familiar, durante el primer año de vinculación de nuevo personal y si al momento del inicio del contrato de trabajo tienen entre 18 a 28 años de edad. Para que el empleador pueda obtener dicho beneficio es necesario que haya incrementado el número de empleados con relación a los que tenía en la nómina del año anterior.

 

Ser emprendedor implica responsabilidades, informarse y prepararse para la ejecución del plan de negocio. Dentro de las responsabilidades es necesario que las empresas cuenten con un sistema interno de información que les permita generar alertas para el pago de las obligaciones tributarias y legales, como lo puede ser el pago del IVA, la renovación de la matricula mercantil, entre otros.  Es allí donde vale la pena valerse de las herramientas brindadas, como lo son las capacitaciones de la Cámara de Comercio.

 

Ahora bien, los jóvenes deben no sólo ser estratégicos para poder alcanzar los fines propuestos, sino que también deben estar informados para responder a las dinámicas existentes y al cumplimiento de la normatividad, porque de nada sirve tener un buen negocio, si se están desconociendo o infringiendo obligaciones legales, bien sean de carácter tributario, laboral o comercial. Lo anterior, porque la mayoría de emprendedores mantienen sus empresas en la informalidad porque es más costoso plegarse hacia la formalidad y la formalidad implica una serie de controles y trámites burocráticos que en últimas les complica la vida a estos empresarios. Vale la pena evaluar si son suficientes los beneficios de la ley pero para esto es necesario que el Estado tenga un manejo de cifras oficiales, sin embargo sería interesante que hubiera apoyo desde otras áreas y desde otras instituciones como del sistema de seguridad social, para que  se les diera un respaldo desde el derecho laboral y comercial para que se pudieran ejecutar de una manera más facíl las ideas de negocio.

 

Mónica Mojica Buitrago

Miembro del Centro de Estudios Integrales en Derecho (CEID)
Twitter: @MonicaMojicaB

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