LA AGENDA EN MATERIA DE EDUCACI

Escrito por: Andrés Barreto González -Abogado de la Universidad del Rosario - @andresbarretog

LA AGENDA EN MATERIA DE EDUCACI

Dos temas transversales afectan la educación en Colombia este fin de año. De una parte, cursa en el Congreso de la República la reforma tributaria integral del gobierno, de otra, estuvimos mucho tiempo sin ministro de educación. Ambas situaciones impactan un sector que, aunque prioritario, no puede estar tan desatendido.

La exministra Parody renunció el pasado 4 de octubre, y solo hasta el 10 de noviembre Juan Manuel Santos anunció que la ministra de educación sería la economista Yaneth Giha Tovar. Más allá de la discusión sobre los costos políticos que la saliente ministra tuvo que afrontar por temas de popularidad, así como por su participación en la campaña por el plebiscito, el tema de educación tiene unas dinámicas propias que no pueden perder impulso, y requieren de un gerente hábil en este sector.

La tarea para la nueva ministra no será nada fácil, en el sentido de que es una cartera que debe satisfacer los intereses políticos, los anhelos de la comunidad educativa, y equilibrar muy bien la amplia autonomía constitucional y legal de la que goza la educación, sin perder la capacidad de una supervisión adecuada por parte del ministerio.

Asimismo, el tema presupuestal en educación reclama la necesidad de un gestor eficaz. Las inversiones en educación pueden ser las más altas en materia macroeconómica, en 2016 el Ministerio de Educación de Nacional gestionó unos presupuestos de $2,56 billones de pesos para inversión, y $2,89 billones más para su funcionamiento.

La entidad requiere un aumento de por lo menos el 6.26% en su presupuesto anual para continuar con su tarea, por lo que el lobby en el congreso y ante el Ministerio de Hacienda es prioritario para el sector educación.

Los cálculos más optimistas arrojan un aumento de $2.6 billones de pesos en educación para el próximo año, ello obligará a redefinir las prioridades sectoriales, en donde hay programas tan necesarios como “Ser Pilo Paga”, el “Programa de Alimentación Escolar”, y el “Sistema Nacional de Educación Terciaria”, este último también permeado por la discusión de la reforma tributaria, al aducirse por ciertos sectores que es un primer paso para la privatización educativa por vía de la tercerización.

La educación es un derecho y es un servicio público, y por ello reviste mayores consecuencias que muchos otros temas de los que se tienen que ocupar los gobiernos. Solo a través de la educación de calidad se logra el desarrollo de un país. Las instituciones educativas son laboratorios de innovación científica, son el primer pilar de la  ciencia y la tecnología, y son la única herramienta para que nuestros jóvenes logren mejorar sus competencias, las cuales a la postre jalonarán todas las cadenas productivas con trabajos de calidad, innovación, formalización y prosperidad.

Esperemos entonces que la designación de la ministra Giha permita gestionar - en el buen sentido de la palabra -, las necesidades económicas del sector en la agenda del congreso.

Los costos en educación pública y privada pueden mejorar a través de las nuevas tecnologías, esperemos que la reforma tributaria que llega no ponga un freno tecnológico al gravar la conectividad, el acceso a internet y los equipos. Necesitamos un país más interconectado, para que estas realidades tecnológicas permitan que las alianzas público privadas en materia educativa también permitan llevar educación de calidad a las áreas apartados, evitando los costos de desplazamiento o reubicación de alumnos y profesores.


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