EXCESO DE REGULACIONES LEGALES: UN MAL QUE AFECTA LA ECONOM

Por: Manuel León rojas

EXCESO DE REGULACIONES LEGALES: UN MAL QUE AFECTA LA ECONOM

 

El 11 de mayo del presente año, fue publicada una noticia en el periódico El Tiempo cuyo encabezado era “Normas inútiles que hacen que la economía del país sea tan compleja”, que a pesar de no haber suscitado un interés especial en la opinión pública como otras noticias, entre ellas las de corte electoral, los escándalos que se viven en la Rama Judicial, el Proceso de Paz con las FARC y muchas otras, es necesario tener en cuenta que se trata de un titular que refleja la mala cultura jurídica que se vive en el país.

 

Sin pretender ahondar en el contenido de la noticia, es bueno dar a conocer ciertos apartados de la misma como el comentario del presidente de Fenalco, en el cual hace un llamado al Congreso para que elimine “más de 11.000 regulaciones que son inútiles y que le restan competitividad al país. Esa debería ser la prioridad”; otra línea digna de mención es la acotación del Director del Departamento Nacional de Planeación, quien afirma que en Colombia se emiten 15 normas por día y 3 decretos diarios y un dato que dicha noticia aporta, es el hecho de que el país ocupa el octavo puesto a nivel mundial entre 94 naciones y el cuarto en el continente americano, en relación al nivel de complejidad normativa interna.

 

Ello evidencia algo que a pesar de ser tratado con bastante frecuencia en los ámbitos académicos, no tiene la suficiente atención para ser analizado por el Gobierno Nacional y es el hecho de que se emiten bastantes leyes, decretos, entre otros tipos de normas, que lo único que hacen es conformar un gran cúmulo de regulaciones que no son bastante atractivas para aquellas personas que desean efectuar inversiones en Colombia y fomentar el crecimiento de la economía nacional.

 

Tal situación puede ser evidenciada, de manera superficial, en las constantes reformas tributarias que han emitido los diferentes gobiernos de turno tales como las de los años 2010, 2012, 2014 y 2016, junto con los diversos decretos reglamentarios de las reformas que se implementaron en aquellos años, o las constantes regulaciones a nivel de Resolución que expide la DIAN para la declaración y pago de impuestos administrados por esta entidad del orden nacional.

 

Otra problemática que debe ser mencionada es la de la regulación de los impuestos, sean del orden nacional, departamental o municipal, ya que muchas veces se expide una ley que determina la creación, regulación o especificación de un tributo creado en una norma anterior, muchas veces demasiado antigua respecto de la norma posterior, y con el paso de los años se continúan emitiendo regulaciones en distintas leyes, que al final hacen necesario consultar al tiempo dos, tres, cuatro o más cuerpos normativos al tiempo.

 

O puede suceder el caso contrario, como lo es la determinación de un tributo a través de la norma nacional, la cual dispone su creación pero deja a juicio de los municipios, distritos y departamentos para que, de acuerdo a “sus necesidades”, emitan las regulaciones que consideren pertinentes generando que existan regulaciones excesivas o poco precisas en las entidades del orden territorial, como suele suceder con las estampillas, el monopolio rentístico de licores y juegos de suerte y azar, el impuesto al degüello de ganado mayor y menor, el impuesto de industria y comercio, entre otros.

 

Estas situaciones se generan porque desde diversos niveles del Gobierno, se promueven las excesivas regulaciones o que las mismas se hagan de forma fragmentada, y hace falta una cultura en la cual se inculque a los funcionarios públicos de todos los órdenes, que no se pueden crear normas para todas las situaciones ni se puede estar expidiendo leyes de manera permanente ya que entre más complejo sea el cuerpo normativo de un Estado, siempre existe la tendencia a desincentivar la inversión extranjera, que tanto necesita un país como Colombia, no hayan suficientes herramientas para poder comprender la manera en que se deben presentar los tributos, que los funcionarios tampoco entiendan los trámites en materia de impuestos y en el peor de los casos, que se genere evasión fiscal y la migración de capitales a otras jurisdicciones con pocas complejidades jurídicas y menores tasas de tributación.

 

Manuel Andrés León Rojas

Abogado especialista en derecho tributario
Universidad Externado de Colombia

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